Una pequeña acción con mucho interés

Que tiempos aquellos donde en nuestras calles florecían los bancos, no los de sentarse, sino los que prometen intereses para nosotros y al final pretendían  que los pagáramos nosotros.

Dejando atrás esa sociedad del consumo, hemos reciclado un macetero de un antiguo banco en la calle Prebendado Pacheco de Tegueste, interesante ¿no?

Con material que nos sobró de la anterior acción en la Plaza Teófilo Pérez, Ana y Eva que estaban la tarde del pasado jueves 16/02/17 como las que no quiere la cosa de palique, les dio la arrancadilla y sin planificación pero con muchas ganas, se presentaron y crearon el interés de los que por allí estaban:

Arreglaron uno de los 3 maceteros del antiguo banco, removiendo y aireando la tierra, aportándole sustrato y mantillo para terminar sembrando cebollas y lechugas.

La gente no daba crédito, algún que otro desconfiaba.. normal.. pero al final todos quedaron encantados con la acción y sobre todo ellas, Ana y Eva que disfrutaron compartiendo con los vecinos la experiencia.

Este es el verdadero interés de nuestro proyecto, hacer que la gente se ilusione por recuperar espacios yermos, plantando vegetales para luego comérselos, al 0% de interés.

Macetero ecológico en la plaza del colegio Teófilo Pérez

Esta tarde hemos instalado en la plaza del colegio Teófilo Pérez un nuevo macetero autoregable ecológico.

La acción ha sido promovida por Mercedes quien ha tirado del carro con la construcción del macetero de cañas y compró las matitas de hierba  huerto, zanahoria, tomate cherry, fresas, puerro y beterrada.

La acción ha sido apoyada por distintas aportaciones como la fibra de coco y las matas de fresa de Loli, el sustrato y abonos naturales de Eva. No me voy a olvidar de la botellas de Patri y del que le escribe, que dejo el teclado por la carretilla.

Cuando llegamos a la plaza, había un grupo de personas que se acercaron y preguntaron por lo atractivo y distinto de lo que veían. Los chicos cambiaron de banco para no perderse un detalle, los niños pequeños fueron los mas curiosos y los que soñaron con esas fresas ya maduritas.

Conforme el macetero tomaba forma, mas gente se nos acercaba y al explicarle nuestros objetivos nos hacían preguntas que al final terminaban con ofrecimientos como el de Evaristo que nos ofreció las cañas de su huerto y nos indicó de la posibilidad de regar con un registro cercano.

Al final la chica del carrito nos presto escobillón y recogedor con mango, para dejar aquello limpito y reluciente.

Un ratito de conversación, fotos, y como no, terminamos con unas cuartitas de  vino en el campo de bochas con sus correspondientes triángulos de tortilla (por cierto, ya le hablaremos de triángulo mas adelantes).

Otra acción que nos acerca al pueblo de Tegueste y nos aporta mas ilusión.

Los parisinos podrán cultivar sus huertos en el espacio público

Leyendo en el muro de Irene hemos localizado un artículo de La Relève et La Peste en el cual se cuenta como el Ayuntamiento de París ha puesto en marcha una nueva economía circular con el objetivo de proteger jardines y promover el desarrollo de actuaciones ecológicas en la ciudad.

La nueva ley permite a cualquier persona tener un huerto urbano o jardín.

Los ciudadanos tienen que pedir un permiso que se concede por 3 años donde se comprometen a no usar productos tóxicos, mantener correctamente los huertos, promover la biodiversidad y mejorar la estética de la ciudad con la vegetación.

El objetivo del Ayuntamiento es crear 100 hectáreas de jardines usando los muros, fachadas y azoteas por toda la ciudad para el año 2020 y que un tercio de ese espacio  se dedique huertos urbanos.

http://lareleveetlapeste.fr/paris-lance-permis-vegetaliser-voulez/

París permite por ley a cualquier persona tener un huerto urbano

Agroecología urbana, el camino imprescindible

Queremos compartir un artículo escrito por Esther Peñas en Circle que se titula ¿Y si la naturaleza invadiera la ciudad? donde se abordan temas tan interesantes como los huertos urbanos, las cubiertas vegetales, los ecobarrios y los grupos de consumo responsables entre otros.

La autora se pregunta ¿Como? para a continuación atisbar el cambio de modelo apostando por la agroecología urbana, donde viviendo en contacto con la naturaleza desarrollemos una estructura de lazos emocionales con el entorno y con los demás.

Como beneficios en esta apuesta, la autora destaca el empoderamiento ciudadano que nos reporta el sentimiento de pertenencia a un lugar porque lo cuidas y no lo haces tu solo, sino que lo haces con otras personas.

Los resultados donde la apuesta se ha desarrollado esta creando grupos de consumo agroecológico, talleres de autoreparación de bicicletas, trueque, grupo de padres y madres autogestionados, etc, por que  la Horticultura es un medio, no se busca tanto la cosecha si no el que la gente se encuentre en el espacio público y trabaje junta, abordando inquietudes, problemáticas y carencias, buscando juntos las soluciones.

Comprender la ética como proceso de contagio se entiende como que todo empieza en uno mismo, cada uno somos la solución, con pequeños gestos haremos aportaciones fundamentales, permitiendo que la naturaleza ocupe un poco mas de espacio en nuestras ciudades. Seamos un ejemplo, todos somos imprescindibles.

Aquí os dejamos el enlace a ¿Y si la naturaleza invadiera la ciudad? disfrutarlo!

Acción en «La Levadura»

Increíble… la acción no se ha hecho esperar.

Después de la reunión informativa nos reunimos un grupo de 5 personas y dimos cuenta de nuestro entusiasmo que queremos compartir con estas fotos.

El trabajo que realizamos consistió en desbroce del terreno «La Levadura» que estaba como nosotros, asalvajadillo y también esperando a ser recuperado para que le dieran ese cariñito que el terreno necesita para producir alimentos que es lo que todos queremos.

Como veréis disfrutamos subidos en los árboles, que con respeto y buen hacer,  aclaramos para que el Sol entre en este espacio que pronto nos lo agradecerá dando fruto a esos semilleros que tendremos aquí instalado.

Tuvimos nuestro ratito de descanso para tomar unas cervezas y refrescos que entre conversación y risas nos hizo compartir el entusiasmo.

Una primera acción que echa a andar el proyecto y que como alguien decía,

¡Keep Calm and MANDATE UNA PAPA!